José Antonio Román
Ciudad de México. Los flujos migratorios no se podrán detener con leyes que pretenden prohibirlos o criminalicen a los migrantes, pero tampoco serán frenados por muros que pretenden aislar a los Estados y a las personas, aseguró el presidente de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), Luis Raúl González Pérez.
Al inaugurar la Segunda Cumbre Iberoamericana “Migración y Derechos Humanos. Una nueva mirada”, el ombudsman nacional señaló que el derecho a la movilidad o a migrar es un derecho inalienable de las personas, cuyo ejercicio debe ser dimensionado por los Estados nacionales para diseñar políticas públicas de atención a este sector especialmente vulnerable.
Además, precisó que la migración, antes de ser un tema de seguridad interna o nacional de los países, es un tema vinculado a sus agendas sociales, económicas y culturales, razón por la cual no puede entenderse ni atenderse sino partiendo de este enfoque.
Ante ombudsman nacionales de Iberoamérica, funcionarios del gobierno federal y miembros del cuerpo diplomático, el titular de la CNDH propuso revisar opciones o mecanismos para identificar y generar un registro de personas en migración..
“El paso de un país a otro no debe suponer la clandestinidad y el anonimato de las personas, que impide el ejercicio de sus derechos y los deja a merced de cualquier tipo de agresión o abuso”, dijo.