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Marchan en Madrid a favor de la sanidad pública

Marcha en Madrid contra el desmantelamiento de la atención primaria en la Sanidad Pública. Foto Europa Press

Armando G. Tejeda, corresponsal

Madrid. Alrededor de 200 mil personas, según cifras de la Delegación del Gobierno, se manifestaron en las calles del centro de Madrid “en defensa de la sanidad pública” y en contra de un modelo que tiende a privatizar los servicios básicos y a desmantelar los centros de atención primaria, que son finalmente los que tienen el primer contacto con el paciente. La marcha, una de las más multitudinarias de los últimos años, se convirtió en una desautorización pública a la gestión de la actual presidenta de la Comunidad de Madrid, la derechista Isabel Díaz Ayuso, por su modelo sanitario y por los “recortes” que acomete.

Los principales sindicatos de médicos, enfermeros, personal administrativo de la sanidad pública madrileña y asociaciones de vecinos iniciaron las movilizaciones hace unos meses, cuando se activó el nuevo plan de “atención primaria”, en el que se pretende convertir los centros clínicos de barrio en el primer encuentro con el paciente, incluidos los servicios de urgencia. El problema es que después del colapso del sistema sanitaria a raíz de la pandemia del Covid-19, la saturación de los hospitales y el aumento de las listas de espera para intervenciones quirúrgicas, pruebas médicas y análisis es cada vez mayor. Y, lo más grave, que resulta muy difícil encontrar médicos o personal sanitaria para contratar, sobre todo porque desde hace un tiempo se produce de forma una fuga masiva de profesionales a otros países en los que los salarios son mejores, como Reino Unido, Alemania y Francia.

El centro de Madrid se tiñó de blanco y centenares de miles de personas agitaron con sus manos un pañuelo blanco como símbolo de la defensa de la sanidad pública. En la capital española se encuentran algunos de los mejores hospitales de España y de Europa, incluso alguno de ellos figura entre los mejores del mundo. Sin embargo, y a pesar de que la sanidad española es una de las más completas y mejores del continente, desde hace unos años ha ido perdiendo fuelle, sobre todo en la atención de los servicios cotidianos. Y el principal problema de esta situación es el descuido, por presupuesto y personal, de los centros de atención primario, que son los servicios clínicos de barrio, que sirven para ofrecer una cobertura universal a la población.

Las organizaciones convocantes de la manifestación, a la que también se sumaron los principales partidos de izquierda, el propio Ejecutivo central, del socialista Pedro Sánchez, y los sindicatos mayoritarios en el país, lanzaron un mensaje de auxilio ante lo que denominaron un “ataque sin precedentes” a la sanidad pública. Según sus datos, en la ciudad se congregaron más de 650 mil personas, si bien la propia Delegación del Gobierno, que pertenece a la administración central, rebajó la cifra a los 200 mil. En cualquier caso en el centro de la capital española se congregó una marea humana que reivindicó uno de los servicios básicos que más arraigo tiene en la sociedad española.

En su manifiesto, los manifestantes señalaron que la gestión de la Consejería de Sanidad “potencia el modelo de colaboración público privada que supone que de cada dos euros presupuestados para la sanidad pública en Madrid, uno termina en bolsillos privados”. Y criticaron que la Comunidad de Madrid, siendo la región con mayor renta per cápita, “es la que menos dinero invierte en atención primaria, la que menos dinero gasta por habitante y la que menos centros de salud tiene por 100.000 habitantes”.

En mayo próximo habrá elecciones autonómicas y municipales en Madrid, donde la derecha tiene una amplía mayoría y las fuerzas de izquierda son cada vez más menguantes, sobre todo el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) y Unidas Podemos (UP). Estas movilizaciones podrían servir, según estos partidos, para lograr vencer, por fin, a la derecha, que gobierna la región desde hace más de 20 años.