Beirut. Uno de los principales líderes de la milicia chíita libanesa Hezbollah, Mustafa Badreddine, murió en un ataque en Siria, confirmó hoy el grupo armado.
Según el periódico The Times of Israel, una gran explosión el pasado martes cerca del aeropuerto de Damasco acabó con la vida del dirigente extremista.
No está claro si la explosión se debió a una bomba, un misil o un ataque aéreo. Los medios libaneses habían asegurado previamente que Badreddine murió por un bombardeo de la Fuerza Aérea israelí. Israel se ha negado a pronunciarse al respecto.
Badreddine era el responsable de las actividades de Hezbollah en Siria, donde la milicia combate del lado del presidente Bashar al Assad. El dirigente, de 55 años, era además uno de los sospechosos relacionados con el atentado con bomba que mató al ex primer ministro libanés Rafik Hariri el 14 de febrero de 2005. En Kuwait había sido condenado a muerte en 1983 por una serie de atentados con bomba.
Debido al apoyo de Hezbollah a Assad, Estados Unidos aprobó en 2012 sanciones contra Badreddine. En los dos últimos años fueron abatidos en Siria otros dos altos dirigentes de la milicia chiita, que se estima ha perdido mil 200 combatientes en la guerra civil de ese país, que comenzó en marzo de 2011.
El brazo militar de Hezbollah, que cuenta con el apoyo de Irán, es uno de los enemigos más acérrimos de Israel.
El Observatorio Sirio de los Derechos Humanos había informado el jueves de la muerte de al menos 16 dirigentes de alto rango también del Frente Al Nusra en la provincia de Idlib, en el noroeste de Siria.
La milicia es la filial de la red Al Qaeda en ese país. No está claro quién fue el responsable del bombardeo aéreo contra el aeropuerto militar de Abu Zuhur, en manos del Frente Al Nusra desde septiembre de 2015.
Mientras tanto, grupos rebeldes encabezados por Al Nusra mataron a al menos 19 personas en el pueblo de Al Sara, que tomaron el jueves tras derrotar al Ejército sirio. La localidad, en el centro de Siria, está habitada mayoritariamente por miembros de la minoría religiosa de los alauitas, a la que pertenece el propio Assad.
Según el Observatorio, las víctimas, entre ellas seis mujeres, fueron fusiladas en sus viviendas por ser supuestamente parientes de soldados del gobierno.