El pasado sábado, el colectivo Vida Sobre Ruedas, en compañía de diferentes sectores de la ciudadanía, colocó dos bicicletas blancas más en la ciudad. La primera a la altura de la planta de Zinc sobre periférico poniente, donde el joven ciclista Miguel Sánchez, de 19 años de edad, fue arrollado por un conductor que se dio a la fuga; la segunda en la carretera que va hacia el aeropuerto internacional Ponciano Arriaga, donde murió el ciclista Christian Alejandro Sandoval Guerrero.
Con estos ya son seis los casos de ciclistas muertos por atropellamiento en lo que va de 2016 en la zona metropolitana de la capital potosina, mencionó Carlos Mancilla, de Vida Sobre Ruedas.
“Estos memoriales, son colocados como un recordatorio de la violencia vial que vivimos actualmente dentro de toda la zona metropolitana, la cual está planeada sólo para el transporte automotor y no toma en cuenta las necesidades de las personas que optan por medios sustentables de transporte como es la bicicleta y el andar a pie” agregó.
“Es increíble que las autoridades, tanto de San Luis Potosí como de Soledad de Graciano Sánchez, continúen pensando y desarrollando infraestructura que únicamente busca el beneficio directo del transporte automotor privado, cuando la misma ONU ha mencionado que ni puentes ni pasos a desnivel resuelven los problemas de congestión vehicular, al contrario, generan fragmentación urbana y desigualdad social al no considerar a todas las demás personas que también hacen uso de la ciudad. Lo que están propiciando es un ambiente de expulsión y olvido de los usuarios más vulnerables como los son las personas con discapacidad, peatones y ciclistas; esto nos está llevando al colapso de la ciudad en un entorno de movilidad urbana insostenible”, señaló por último.





