Federico Anaya Gallardo

Interrumpo, querida lectora, las notas que te he compartido en las últimas semanas acerca de cómo ha evolucionado en tres milenios la idea de hegemonía para comentar un incidente específico, una anécdota, de la política mexicana de nuestros días. La interrupción tiene sentido porque, ahora que lo pienso mejor, el incidente es un ejemplo concreto-contemporáneo del debate sobre la hegemonía. Pero, para ubicarnos mejor, te propongo primero un repaso al contexto.

La vieja y la nueva comentocracia se han regodeado en los dimes-diretes, defectos y divisiones de la élite del partido gobernante (Morena) —al cual las y los comentócratas del ayer acusan de buscar volverse un “horrible” partido hegemónico… en el sentido que daba al concepto el doctor Giovanni Sartori. Una rápida lista de tópicos de esa conversación pública debe incluir necesariamente los siguientes títulos (uso versiones acordes al discurso de las derechas y ordeno los tópicos de más reciente a más viejo): “Adán Augusto y su corrupto secretario de seguridad”; “Noroña y su lujosa casa de Tepoztlán”; “Andy en el carísimo Hotel Okura de Tokio”; “Andrea Chávez en un avión privado”; “La casa gris de José Ramón López Beltrán”; “La boda de César Yañez”…

Escogí para mi lista “escándalos” que subrayan la “incongruencia” que la derecha denuncia contra el obradorismo. A santo de los tropiezos de Adán Augusto, en la barra de opinión de Televisa —por ejemplo— Leo Zuckermann lleva muchas semanas insistiendo en que el obradorismo se puso a sí mismo en aprietos al exigirse una moralidad que nadie en su sano juicio compartiría. Porque para Zuckermann es “anti-natural” la austeridad personal en tanto que lo normal y legítimo es el individualismo que acumula riquezas. Piensa, querido lector, en lo último: la base conceptual de la crítica a la austeridad es una visión del mundo sustentada en la natural acumulación individual de riqueza y poder. Me parece que esa visión la comparte una gran mayoría de las y los comentócratas de derechas.

Zuckermann et al nos dirán que por supuesto hay límites. Uno no debe acumular para sí los bienes públicos. Pero esta distinción me recuerda a aquélla entre Hobbes y Locke. El primero insistía en que los seres humanos se deben rendir ante la soberanía del Estado; mientras el segundo señala que sólo deben rendirse a cambio de que ese Estado respete ciertos derechos individuales. Pero el Estado de Locke sigue siendo en la práctica diaria el monstruo hobbesiano. Quienes no tengan su “carnet” de “reserva de derechos individuales”, están a la merced del despotismo más cruel… por ejemplo, los africanos llevados a las Carolinas como esclavos. Para las y los esclavizados —en la constitución redactada por Locke— el “derecho individual reservado” por los ciudadanos ante el Estado era el derecho de propiedad que sus amos ejercían sobre ellas y ellos. Los intelectuales de derechas no suelen acordarse de estos detalles de su ídolo Locke, ¿verdad?

Ahora bien, si el fundamento último de esa crítica de derechas al obradorismo es un individualismo acumulador de riquezas entonces, quienes así discurren necesariamente asumen que —en un ambiente de recursos escasos— tarde o temprano los políticos del partido gobernante deben empezar a pelearse entre ellos por el botín. De hecho, una de las características centrales del pragmatismo político priísta entre 1940 y 1980 —el cambio de guardia periódico entre diversas cliqués— tenía su base material en esta visión mezquino-materialista de la cosa pública. Lo pongo en los términos del argot priísta clásico: A quienes les había hecho justicia la Revolución en un sexenio [cliqué 1] se les acababa el boleto al fin del sexto año. Por eso, ese último año era “El Año de Hidalgo, ¡chingue su madre quien deje algo!” Y, si alguno de ellos era demasiado imprudente, debía saber que podría ser escogido por sus sucesores [cliqué 2] para “poner un ejemplo”.

Llevo mucho tiempo criticando a la vieja comentocracia el uso excesivo de referentes del Viejo Régimen para explicar la política del obradorismo triunfante. Ese uso tiene límites y nos confunde, porque en la realidad lo que tenemos frente a nosotros es otro animal que merece su descripción propia. Sin embargo, a nivel de los conceptos más generales y abstractos (individualismo acumulador + escasez de recursos) se sostiene la idea de que sería “natural” que la nueva cliqué dominante ataque a la cliqué anterior. (Es decir, Claudia vs Andrés Manuel.) ¿Cuántos comentaristas tradicionales se dan cuenta de lo anterior? Casi ninguno. Peor: muchos de los comentócratas del nuevo régimen, poco acostumbrados a hacer descripciones de lo nuevo, repiten los tópicos de la derecha sin mayor reflexión.

Dicho lo anterior, tal vez podamos acercarnos a un debate reciente sin comprarnos fácilmente los venenos tradicionalistas.

El lunes pasado, 13 de octubre de 2025, en El Universal, el columnista Mario Maldonado publicó un artículo bajo el título “Martí Batres, ¿el desestabilizador de la CDMX?” en el cual acusaba al actual director general del ISSSTE de organizar “una serie de movimientos” con el objeto de “desestabilizar al gobierno de Clara Brugada”. (Liga 1.)

El mismo día, Martí Batres Guadarrama respondió en Twitter/X: “Ahora sí se voló la barda @MarioMal. En su columna de hoy no hay una sola línea verdadera. Su narrativa es pura fantasía. / No me gusta meterme en dimes y diretes, pero en este caso más vale desmentir, pues como dice el dicho: la calumnia, cuando no mancha, tizna.” (Liga 2.)

El martes 14 de octubre de 2025, poco después del mediodía, Marco Levario Turcott trinó lo siguiente: “Martí Batres (@martibatres) está detrás de la desestabilización de la @UNAM_MX. El objetivo es hacer una huelga y la causa es la que sea. / Hay terreno fértil: desde hace poco más de una década persisten grupos de jóvenes que son parte de un complejo entramado de delincuentes donde impera el trasiego de drogas. / Su capucha no es para permanecer en el anonimato sino para actuar con total impunidad.” (Liga 3.) El ciudadano Levario agregó al trino un video de 10:25 en el que atribuyó a “distintas versiones periodísticas” (sic que confiesa su calidad de chisme vulgar) la supuesta intención de Martí de descarrilar a la jefa de Gobierno Brugada. ¿El método de tan nefasta conspiración? Causar problemas en la UNAM.

Levario habla con una voz engolada que yo creía monopolio de los viejos oradores jilgueros de aquella época que comentócratas como él creen que Morena está restaurando. (Bien se ve que los imitadores del pasado son otros.) Levario sugiere en su video que Martí Batres Guadarrama, con sus “manos … tan aviesas, tan mal intencionadas” está manipulando “movimientos insulares” en la UNAM para darle un golpe político a Brugada. Que su estrategia busca crear una “crisis de proporciones incalculables” y ayuda a “encender la llama de estas pasiones de los jóvenes universitarios”. Precisamente la grandilocuencia de los voceros del Bucareli de Echeverría que escribían libelos como El Móndrigo contra sus enemigos.

No es que Levario sea simpatizante de los estudiantes de la UNAM. En su perorata truena también contra ellas y ellos. Para el director de Etcétera esos jóvenes son intolerantes y violentos. Nos dice que son “incentivadores de la violencia proverbial”. Que forman parte de una “generación de cristal”. Que son creadores de “movimientos sin ton ni son” y de “soflamas”. (Dicen los académicos monárquicos del castellano que una soflama es una “expresión artificiosa con que alguien intenta engañar o chasquear”.) Levario señala a las estudiantes de hoy como autoras de “pliegos petitorios por correo electrónico” con un nivel de elaboración intelectual al nivel de ChatGPT. Y agrega que sólo se organizan “para delinquir, para romper, para robar, …para retar, para burlarse en el cobijo de la propia impunidad”.

¡Vaya coctel! Si me he detenido en los detalles es porque Levario, mejor que Maldonado, muestra el vacío de las acusaciones contra Batres Guadarrama. Pura retórica. Y de la mala. Los oradores de la clase de José Muñoz Cota llamaban a eso “mosaicos” —fórmulas hechas, tópicos— que se podían incluir en cualquier momento de un discurso. El mosaico funciona porque repite etiquetas y subraya prejuicios entre quienes lo escuchan o lo leen.

Por eso les decía, queridas lectoras y lectores, que este incidente es un ejemplo concreto-contemporáneo del debate sobre la hegemonía. Las derechas, que creen que los seres humanos están dominados por el deseo individual de acumular, esperan con ansia ver los pleitos que la escasez necesariamente debe provocar entre los obradoristas. Esto explica la ficción fantástica de Mario Maldonado en El Universal. Una falsedad que quiere hacernos olvidar que los Batres y Brugada forman parte de la izquierda popular del movimiento obradorista.

Pero en democracia basta con estar atento para descubrir al mentiroso. El pasado martes 26 de agosto de 2025, el mismo Mario Maldonado publicó en su columna de El Universal, específicamente en la Posdata 3, que “Martí Batres, el político calculador y radical, se curtió en el ajedrez capitalino y asumió la jefatura de gobierno cuando Claudia Sheinbaum pidió licencia para competir por la Presidencia en 2024. … No fueron pocas las voces que lo acusaron de operar en favor de su propio grupo político: respaldó a Clara Brugada”. (Liga 4.) Dices, te desdices. Por tanto: mientes. (Iba a decir que más pronto cae un hablador que un cojo, pero es políticamente incorrecto pues yo no soy persona con discapacidad motriz.)

Siempre en el marco de sus convicciones ideológicas sobre la “natural” ambición de los individuos, las derechas sacan de sus clósets adjetivos y enemistades. No les importa si son reales o imaginarias. Levario nos dice que Martí es un porro. Esto es una mentira que hicieron correr los porros de la Facultad de Derecho en 1989 cuando Martí y su hermana Lenia —líderes del Consejo Estudiantil Universitario desde 1986— llegaron a estudiar jurisprudencia. Te lo digo, querida lectora, desde mi propia experiencia como víctima que fui en 1987 a manos de los verdaderos porros de Derecho —entre quienes estaban personas como Adolfo Karam, que se graduó en porrismo para convertirse en cabeza de la policía judicial poblana que capturó y torturó a Lydia Cacho. Martí y Lenia llegaron en 1989 a la Fac. Allí ayudaron a construir un movimiento estudiantil democrático y conscientizador. Lo hicieron junto con compañeras y compañeros que ya llevábamos tiempo en esa brega, algunos en el CEU-Derecho y otros —como yo— desde el periódico mural Regeneración.

Cuando estaba estudiando en la Universidad de Georgetown (1991-1995) uno de mis proyectos de disertación era la construcción de alternativas democráticas desde la base en el Distrito Federal. Como parte del trabajo previo, acompañé a Martí en varios recorridos por las colonias Postal, Vértiz-Narvarte y Narvarte —adonde Martí residía entonces— para ver cómo se iba tejiendo su organización. Lo hacía casa por casa, hablando claro a la gente. Lo hacía junto con varios compañeros y compañeras de la Fac de Derecho que ayudaban a familias sin vivienda a recuperar predios, edificios y casas-habitación abandonadas —realizando los trámites judiciales necesarios para asegurarles el derecho a la vivienda. Esas historias, de las que puedo dar mi testimonio personal, ubican a Martí en el mismo campo social progresista que Clara Brugada y muchas otras compañeras y compañeros del movimiento obradorista.

Por eso dijo bien Martí en su trino: “Ahora sí se voló la barda @MarioMal. En su columna de hoy no hay una sola línea verdadera”. Pero lo que vemos en Maldonado o en Levario es algo más que mentiras. Es la desesperación, el anhelo venenoso de las derechas por ver a la izquierda obradorista dividirse. Triste situación la de estos reaccionarios… ¿no te parece, querido lector?

¡Salud y República!

agallardof@hotmail.com

Ligas usadas en este texto:

Liga 1:
https://www.eluniversal.com.mx/opinion/mario-maldonado/marti-batres-el-desestabilizador-de-la-cdmx/

Liga 2:
https://x.com/martibatres/status/1977873513085039036

Liga 3:
https://x.com/Arouet_V/status/1978177676260016214

Liga 4:
https://www.eluniversalhidalgo.com.mx/opinion/Mario-Maldonado/los-15-mil-millones-de-el-mayo-y-el-final-de-una-leyenda-criminal/?utm_source=chatgpt.com

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