Jorge Torres
El arzobispo Jesús Carlos Cabrero Romero ordenó a dos nuevos sacerdotes y cuatro diáconos del seminario mayor Josefino Guadalupano de San Luis Potosí. Al terminar la misa de ordenación, cuestionado al respecto de la formación de los sacerdotes, indicó que los aspirantes pasan por un riguroso proceso de selección en donde se detectan “ciertas inclinaciones”, una de ellas la homosexualidad, y en esos casos, apuntó, se le pide a la persona retirarse del seminario, aunque esto no es exclusivo de los seminaristas, pues si se detecta a un sacerdote homosexual se le aplica el derecho canónico y se le pide que deje el ministerio.
“Ahora es un proceso muy rigoroso en la selección de los candidatos, humanamente deben ser personas muy bien formadas, que sean personas integradas a la vida familiar, y, tercero, que a través de las cualidades natas haya una idoneidad a este servicio sacerdotal, desde la obediencia, la castidad y la pobreza”, sostuvo Cabrero Romero, quien explicó que al detectarse esas inclinaciones se le dice al seminarista que “no es el lugar para él”, porque además de esto hay personas que entran con pretensión de poder o dinero: “hay quien pretende marcadamente entrar con esas inclinaciones (homosexualidad), entonces el proceso formativo dura 10 años en donde son apoyados y auxiliados por la sicología y psiquiatría”, señaló.
Sobre si en la Arquidiócesis potosina se han detectado curas homosexuales, declaró que no puede afirmar que haya, pero tampoco que no los haya, y recalcó que son situaciones que se tiene que demostrar. Destacó que si se presenta el caso de curas homosexuales es porque hay “una deficiencia” en la formación humana afectiva de todos ellos, y la reciente lista que se divulgó de sacerdotes homosexuales es algo que tiene que demostrarse, aunque reconoció que es un “golpezote” para la Iglesia, y es algo que “no podemos taparlo”, por lo que los señalados tendrán que afrontar esas situaciones.
Externó que la Iglesia potosina ya tiene suficientes escándalos como para tener otro más de darse el caso de un cura homosexual, algo que, afirmó, en lo personal “ya no aguantaría otro tiro de esos”, sumado con tanto escándalo que han provocado, porque “estamos señalados a nivel nacional, no es una cosa muy sencilla, nos da mucho pena, hay muchos casos que se van ir resolviendo poco a poco de acuerdo a la sentencia que nos va a dar Roma”, concluyó refiriéndose a los casos de pederastia clerical.
