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AMLO: definir los campos

  • “No hay para dónde hacerse”
  • BOA e infierno de ofidios
  • Protestas por detención de Susana Prieto

Julio Hernández López

El estratega electoral está acelerando la definición de los campos de batalla. Para ello, necesita confirmar la disposición plena de los militantes propios y empujar a los contrarios a asumir sus emplazamientos. En esa faena está el combatiente mañanero.

El primer paso ha consistido en una exhortación imperiosa a aceptar que solo hay dos trincheras posibles. En Minatitlán, Veracruz, en referencia al “intelectual orgánico Lucas Krauze Alamán” (en juego de palabras respecto al historiador que días atrás había enaltecido al gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro), el presidente de la República aseguró que “no es tiempo de simulaciones. O somos conservadores o somos liberales, no hay medias tintas (…) no hay para dónde hacerse: o se está por la transformación o se está en contra de la transformación del país; se está por la honestidad y por limpiar a México de corrupción o se apuesta a que se mantengan los privilegios de unos cuantos”.

Del virtual decreto presidencial de una dicotomía forzosa (“no hay para dónde hacerse”) se pasó a la elección de la forma y el contenido de un bloque opositor no necesariamente precisado (aún, y en esos términos) por sus presuntos partícipes. El conjunto de expresiones y propuestas operativas que han hecho los más relevantes antiobradoristas fue presentado en forma de un proyecto cuasi conspiratorio, caricaturalmente denominado BOA (Bloque Amplio Opositor), con lo cual ese polo “conservador” fue arrojado al infierno de los ofidios.

Y ayer se planteó otra forma de constreñir los escenarios de belicosidad política y electoral. En realidad, se dijo en la tribuna temprana, bastarían dos partidos en México, el liberal y el conservador. De hecho, hacía allá avanza toda la maquinaria 2021, con la vista puesta en la madre de todas la batallas intermedias que se efectuará el año entrante, cuando se realizarán los comicios más abundantes de la historia en cuanto a cargos de elección popular por definir.

De un lado, en ese 2021 preparatorio del presidencial 2024, estará la alianza que encabezará Morena pero previsiblemente no de manera tan determinante como en 2018, pues Palacio Nacional tendrá que dar revitalizante juego y, obviamente, opciones de triunfo, al Partido del Trabajo y a la rémora también reciclada, el Verde Ecologista de México, más el que para entonces se espera habrá resucitado con un nombre levemente cambiado, el del Encuentro Social que ahora se llamaría Encuentro Solidario.

Pero no solo ellos, pues el máximo jefe político podrá jugar varias cartas y de muchas maneras con los partidos cercanos a él si obtienen registro próximamente: el gordillismo (Redes Sociales Progresistas), el sindicalismo monrealista-muratista de Pedro Haces (Fuerza Social por México), el grupo de Manuel Espino (Súmate a Nosotros) y, dependiendo de negociaciones, podría contarse con lo que fue Nueva Alianza e impulsa la directiva “institucional” del SNTE (Grupo Social Promotor de México) y Alternativa, del expriista César Augusto Santiago.

En el otro lado están el Partido Acción Nacional más el fideicomiso de liquidación del Partido de la Revolución Democrática y lo que queda del Partido Revolucionario Institucional. A ellos se suma Movimiento Ciudadano y habrá de verse si se llega a acuerdos prácticos con el México Libre de Felipe Calderón y Margarita Zavala, si es que la narcopolítica y el caso Genaro García Luna no hacen que se niegue el registro a esta agrupación cuasi familiar. A esta amalgama de difícil procesamiento hay que incluir a organizaciones empresariales y a activistas y comentaristas de derecha o de centroderecha nada disfrazada.

Y, mientras obreros de maquiladoras norteñas protestan por la detención en Tamaulipas (entidad que tiene como gerente al panista Francisco García Cabeza de Vaca) de la abogada laboral Susana Prieto Terrazas, quien asesoró el año pasado el exitoso movimiento por 20% de aumento salarial y el pago de un bono anual de 32 mil pesos a cada trabajador, ¡hasta mañana!

Julio Hernández López
Julio Hernández López
Autor de la columna Astillero, en La Jornada; director de La Jornada San Luis.