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Luis Ricardo Guerrero Romero

Errante es tu vida, buscas en la arqueología de tus sentimientos lo mejor que aún queda de ti, esos restos aquellos que pocos, pero muy pocos llegan apenas a reticular. Sabes que no me equivoco, pues la arquitectura de tus pensamientos es un asunto del esoterismo, es una magia, es un azar de que sigas viva. Locura tras error es la mezcla transubstancial que asfalta el escenario de tu vida. Recuerdo haberte oído leer, quizás hasta sentir esas locuciones latinas de las cuales te hiciste cautiva.

Mujer, mujer, tan exótica como tu ropa interior, tan particular, tan tú que ningún espejo te revierte, exótica microsierva de la realidad que te estableció con singular belleza. Te recuerdas mientras tu aliento propala: Osculum iuvit, uivat et diu iuvabit (el beso agradó, agrada y agradará); te has estimado en unos labios un poco menos exóticos que tú, un poco más que mi necesidad, pues lo oí de tu boca: optimum cibi condimentum fames (el mejor condimento es el hambre). Pero yo predico un hambre igual de exótica que tú. Tengo pues, un hambre exótica de ti. Sigue fingiendo, probablemente oculta. Continúas tu camino en el sendero para pocos inenarrable cuando en la mente del mundo un eco antiquísimo dicta: mors est non esse (la muerte es no ser). Adiós exótica presencia.

Las letras anteriores nos describen una situación extraña, extravagante, exótica. Seguramente tanto a una mujer o a un hombre les son familiares el reconocimiento de más de un conocido al cual describimos como exótico. A mi parecer dicha palabra ya de por sí se oye como es, es decir: exótica. Tenemos infinidad de conceptos o cosas exóticas, desde frutos como: pitahaya, rambután, yaca, fruto del árbol hala; en animales exóticos conocemos, por ejemplo: pato mandarín, caulophryne Jordani, pangolín malayo. Así podemos seguir con listas de exóticos entes. Sin embargo, lo más exótico de la palabra exótico es que ésta también lo es. A decir verdad, si atendemos a una relación disciplinaria del significado de dicha palabra, pues todo lenguaje es una suerte de fusiones exóticas.

La definición lacónica de exótico es lo que viene de país extranjero εξωτικος (peregrino, extranjero). Tal concepto se acuña luego de la unión de εξωτερος (exoteros): exterior, fuera de y el sufijo ico, que significa relativo a. Entonces aquello o aquellas personas que consideramos exóticos deben ser ajenas a nuestra localidad. Un nopal o una tuna, o algún quelite endémico, será exótico para algún habitante del país insular Tavalu; mientras que la pulaka, el postre haupia; y el poke hawaiano, son exóticos para nosotros. Con todo lo anterior dicho sólo resta decir: ¡Qué exótico es lo exótico!

l.ricardogromero@gmail.com